Es ideal para acompañar al niño en la primera infancia, desarrollando la creatividad y fomentando el juego simbólico a partir de la creación de diferentes figuras y escenarios con los bloques (se pueden formar otros veleros más pequeños, muebles para muñecos, sendas para autitos y mucho más). Invita al desplazamiento a través del gateo que permite descargar peso en las manos y asi fortalecerlas y prepararlas para experimentar distintas funciones manuales.

Puede utilizarse como material terapéutico para acompañar el crecimiento y desarrollo infantil fomentando la estimulación de habilidades motoras finas. Favorece la discriminación táctil, visual y propioceptiva, las praxias visoconstructivas e ideomotoras, las relaciones visoespaciales y la coordinación oculomanual. Proporciona incipientes desafíos cognitivos en relación a la resolución de problemas, la capacidad organizativa, la atención, la concentración y la memoria.